Para picar nos dieron un dip de salsa de tomates frescos con un toque picante,
algo característico de la zona, con pan. La pizza de hummus, rucula, cherries y olivas negras. La combinación de sabores la hacia muy rica. Los cherries le daban un toque fresco. El restaurante tiene una terraza muy pintoresca con vista a la ciudad y los cerros. Tienen otras opciones veganas. El camarero muy amable. Esta a media cuadra de la calle Belgrano, muy cerca de la oficina de información turística.