Ya sé que la foto está pésima: es porque pedí la Carlota para llevar y
la anduve cargando en mi mochila como 5 horas; aún así la sabrosura se mantuvo al máximo.
La Carlota era de mis postres favoritos cuando todavía no era vegana y pensé que jamás volvería a probar una, hasta que Veggie Happy la trajo a mi vida y la hizo más feliz.
Pídanla una y otra vez, por favor.