El postre espectacular, en la foto no se aprecia pero tenía una bola de helado
riquísima, lo q se aprecia además es una bola de mouse de chocolate. Un buen sitio, aunque nos dejó mal sabor de boca el trato por parte de un camarero. Entiendo que con tanta gente, haya confusiones en lo consumido, pero pagarlo con el cliente, no es lógico. Al final pagué dos bebidas que no consumí ni pedí. Dudaré a la hora de volver