Atención divina, nos ofrecieron sacar la mesita afuera para que comamos ahí, nos dieron platos
y vasos. Re simpáticos e interesados también en el veganismo. Tienen menú variado, también hay opción no-vegana. Los valores van desde los 300 para arriba. La pizza estaba riquísima, el queso es de soja y ni parecía por el sabor. El morrón re bien cocinado, el jamón una delicia.