El restaurante tiene una gran variedad de platos veganos, algo que no se encuentra tanto
en Mardel. Pedí las milanesas de seitán pero ese día no tenían, así que fui por los bastoncitos.
La muzza de almendras no es como un queso vegetal, sino como una pasta, pero estaba muy rica igual. Traía 8 bastoncitos el plato. Volvería a probar más cosas.
Afuera está techado y es pet friendly, yo fui con mi perrito <3