La textura esponjosa y el sabor es una auténtica locura. En realidad las 2 tartas
que había probado allí me parecían de otro mundo, pero está en particular me dejo sin palabras.
Aunque hay una pega que se podría solventar: eliminar el caramelo que lleva encima porque al masticarlo se pega en los dientes e igual a alguno se le salta un empaste.
Consejo: Probar también su limonada casera con un regusto a menta o hierbabuena.