El restaurante tiene un menú normal y uno vegano. Uno de los platos son los noodles. Muy ricos, con fideos y verduras. El restaurante no usa ingredientes que imitan carne (soja, heura, quorn, ni similares). El postre es solo fruta, no elaboran pastelería vegana. Al menos se han preocupado en poner una alternativa vegana, pero con poca variedad y elaboración. Buena cocina, los platos están ricos. Buena situación también, con terraza junto al Ebro.