Muy flojo, el relleno consiste en un poco de pesto, espinacas y aguacate, así que
se pierde entre el pan y queda bastante escaso y soso. Casi parece un bocadillo solo con el aderezo, al que no le han añadido el ingrediente principal. Cuesta unos 5 euros. No lo volvería a pedir a no ser que enriquecieran el relleno con nuevos ingredientes.