Estupendos para rellenar, aunque es una pena que no sean de origen nacional
Estupendos para rellenar, aunque es una pena que no sean de origen nacional
Mi padre los pone los domingos en la mesa junto las patatas fritas y solo se los come él. Es raro. Le gustan mucho
Buena relacion calidad precio. No son nada del otro mundo pero estan ricos.
Siempre tenemos uno o dos botes en la despensa. A la plancha, rellenos o en ensalada quedan perfectos.
Me encanta todo el sabor, la textura y lo útiles que son en la cocina