Desde el año pasado he empezado a tomar más café. No me considero una gran conocedora de sabores de café pero he aprendido sobre su preparación gracias a mi hijo. Este Mocachino se ve muy bonito y lograr que la espuma salga con la consistencia necesaria toma tiempo y práctica. La cafetería ha mejorado poco a poco en la elaboración de sus café, más que nada por mejorar en el manejo de su máquina de café. El que no me gustó para nada fue el de matcha pero más adelante tal vez le doy una nueva oportunidad. Una taza de este cabeza me parece que costaba 12 soles.
VEGANO