

El local es acogedor aunque el servicio muy lento. Tenían un baño estropeado por lo que todo el mundo usaba el mismo y estaba bastante sucio. Pedí el menú del día a 11,90€, que tenía algunas opciones veganas. Primero: Patatas bravas (indicar que sin alioli). Con salsa están ricas, sin ellas muy sosas. Es de las raciones con más cantidad, otras tienen mucho menos (en general todo es pequeño de tamaño) Segundo: Paella de verduras. Necesitas mínimo ser dos personas para pedirla. Estaba espectacular, aunque algo escasa. Postre o café: Ningún postre es vegano, solo se puede pedir la fruta del día (hoy melón o piña). El melón estaba mal cortado, por lo que tenía trozos de cáscara duros que había que ir apartando. Además debía estar guardado junto a cebollas porque algún trozo tenía ese sabor.